ESENDOM

Cultura y conciencia

El diario secreto del intelectual pro-gobierno

ESENDOM

30 de junio, 2010

Sábado

Hoy no como pollo luego de la experiencia de ayer que me ha dejado traumatizado. Fui al carnicero y éste me manchó la camisa blanca con sangre. Que falta de respeto.

Domingo

Me invitaron a una fiesta de diplomáticos y embajadores. Hmm, me imagino el vino y la carne que va a haber. Bueno, pero primero tengo que escribir un articulito en defensa del gobierno y eso que llaman el despotismo. Comienza así: “El despotismo siempre ha existido desde comienzos de la humanidad. Es factor de progreso y bienestar. Los que critican el despotismo están en contra del progreso y el bienestar”. Oye, ni Cantinflas lo hubiera dicho mejor. Ja ja. Al dominicano se le engaña fácil…Vino, tráeme vino mesero. Ahora mismo, no seas tan vago, ¿Es que tu no vez como yo trabajo? Eta gente de lo campo no tiene clase. Ni educación…

Lunes

Agenda bien ajetreada: reunirme con el sociólogo paraemprender la nueva investigación acerca de los hábitos políticos de los dominicanos en la diáspora.  Reunión con el historiador aquel con miras a elabora la Nueva Historia Patria donde se presentan los logros del Excelentísimo, Omnipotente, y Gran Cerebro de la isla…Vino, vino, vino. Y un viaje a Miami esta tardecita.

Martes

Que debate más interesante el de anoche: el poeta habló de nuestra nueva musa poética, la Primera Dama y de cómo hoy no habrá poesía sin la intervención poética de la señora de marras. Mientras el sociólogo, que también es poeta, habló de lo importante de los premios literarios y la construcción del carro del progreso. Acordamos en aumentar la remuneración de los premios literarios con a miras a captar más “bocinas” para el gobierno, digo, para el carro del progreso.

Miércoles

Elaborando una investigación científica para el carro del progreso. Ay, se fue la luz’…Ay, deportaron a los haitianos…ay, cuanta miseria…ay, y a mí que me importa: me pagan para progresar, digo, para construir el carro del progreso. Vino, mucho vino. Y carne asada. Esta vez, el carnicero tuvo más cuidado y no me mancho con sangre.

Compilado por Carabela García para Esendom